Es algo cómo la promesa de fin de año, pero de cada verano… no voy a probar nunca más esos horripilantes sabores nuevos que saca Fanta cada verano. Esas fueron mis palabras hace ya un añito, en el verano pasado, y si me estiro algo más probablemente también en el anterior. Pero el otro día pasamos por el mercadona José Gato, un compañero de I+D de Andago, y yo a pillar algo para el almuerzo y nos acercamos al estante de bebidas a ver que pillabamos para hacer más corta la mañana. Los colores extridentes nos llamaron la atención, cómo la hipnosis que producen las máquinnitas tragaperras, y nos acercamos a ver de qué se trataba: mmmm, los nuevos sabores de Fanta: Uva y otra cosa impronunciable. Igual por fín han dado con la fórmula de un nuevo refresco interesante… ¿y si las probamos?
Ya sabemos de sobra que el hombre es el único animal que tropieza un millón de veces en la misma piedra… ¡vaya porquería! Hicimos una cata de Fanta entre los compañeros y absolutamente a nadie le gustó e incluso pudo identificar el segundo sabor, la descripción más cercana fué agua con gas con un polvo extraño. Y ahí comenzamos a elucubrar si la gama de sabores de los refrescos, al menos los que saben bien, está ya completa… algo curioso es que nadie haya conseguido hacer un refresco de fresa que esté decente (en el Mercadona hay uno marca HACENDADO pero ya estamos escarmentados) cuando los batidos, los helados y la mermelada de este sabor son deliciosos. Ya veis, reflexiones del verano, y esperemos haber aprendido algo y que el año que viene no se repita este post en el blog.
NOTA: Me acabo de acordar que algo muy parecido nos ocurrió con el asqueroso Acuarius de Cola, eso nos pasa por andar zarzaneando. 😀