Pues sí, gracias a los queridos reyes magos, y con algo de retraso ya tenemos TDT en casa. Nuestro flamante TFT llegó en camello y según rumores con un jugoso descuento por tratarse del modelo de exposición. Melchor hubo de pelearse un tanto con los dependientes de MediaMarkt por los temas de la financiación pero al final ¡a la saca!.
Después de mucho leer y de las diversas opiniones, ya sabemos que opiniones hay muchas más que culos (¿no iba así?), nos hemos sumergido en la era digital. He oído de todo: los TFT son mucho más lentos que los CRT, se ve mucho menos definida la imagen, que la imagen digital es más lenta, etc, etc… pero la verdad es que a su distancia adecuada, que por supuesto no es un palmo de la imagen se ve perfectamente. Además la posibilidad de ver los programas y peliculas de la tele en versión original y con subtitulos está genial. Y la calidad de imagen comparada con la que nos daban los cuernecillos del año mariacastaña remendaos con celofán es brutal. De todos modos esperemos un tiempo antes de desatar la euforia, aunque esta sea digital.
Ahora el peligro es no querer salir nunca de casa, sobretodo y si le sumamos el otro regalo de reyes que han sido un kit de monte su propio ordenador o cómo diría mi familia unas tripas nuevas para el caxarro ese. Pero de mi nuevo PC os hablaré más adelante que me voy volando a ver la tele. 😀
Ahora que no te quiten ese TFT ningún inquilino del otro lado del charco…