Futbolitis

Futbolitis Por fin la liga ha terminado. Sí señores, por fin. Las últimas jornadas han sido una auténtica agonía y aunque al final el gato se fue para Cibeles, el corazón ya pedía un descanso. Felicidades al campeón y por favor por el bien del fútbol manden a Capelo a su casa y fichen a mi «vecino» Schuster. El año que viene se espera una Liga igualada y esperemos que podamos recuperar el buen fútbol de los dos mejores de España: Madrid y Barcelona.

La verdad es que la victoria de Italia en el mundial, el balón de oro para el paquete de Cannavaro y la liga para el Madrid de Capelo son el auténtico triunfo del anti-fútbol. Por favor señores de France Football, este año el balón de oro para el tuercebotas de Gattuso, flamante campeón del mundo y de Europa. La alineación estrella del año que viene será 5 defensas, un trivote defensivo y el delantero isla al que tirar pelotazos. Esperemos que Rijkaard no quede muy tocado por esta temporada y consiga rearmar un Barcelona campeón para la próxima temporada.

Ahora la otra cara de la moneda. Sí señores, este 10 del regateo al rival ya regateado, del taconeo flamenco y de la filigrana filigranada ha vuelto a las canchas de fútbol. Por fin me están respetando las lesiones en las rodillas y tras una puesta a punto de estas patejas maltrechas he recuperado la sana costumbre de la pachanguita semanal. La verdad es que para un auténtico enamorado de este maravilloso deporte, estar casi 2 años sin haber podido apenas jugar ha sido todo un suplicio y me alegro de poder disfrutar aún un ratito de él.

Atrás quedan míticos equipos, galácticos compañeros y épicas pachangas. Aquí os dejo algunos retalitos para el recuerdo:

– Tantos y tan grandes equipos: Los Chiripitiflauticos, Notinganprisas, Enelrex, Los Catadores de Almejas, el Estrella Roja, Albafincas, Golden Bus y Cafeterías Oca.

– Aquellas pachangas a las 15:30 en el 4, sobretodo en Verano a 40º o aquella que jugamos nevando.

– El guayses gritando: ¡CAMBIOOOOOOOOOO! cada vez que alguien perdía un baló o fallaba un pase. En aquel equipo el que cometía un fallo iba al banquillo.

– Nuestros archienemigos: el equipo del Oli y más tarde los Chorus nos hacían creer que eramos lo más de lo más en el mundo del fútbol. Ah, ¿no era así?

– El 22-0 que nos endosaron la primera vez que nos apuntamos a la liga de interbarrios y jugamos contra unos tios perilludos.

– Jugadas que ya son un mito como el tiro de exterior del Lé o la carrerica del Capi.

– Manolin jugando en calzones porque se había olvidado los pantalones cortos.

– Los partidos de juveniles con 4 jugadores porque se jugaba a las 9 de la mañana y la gente se había pegado un peazo de fiesta el día anterior. Hasta ganamos uno de esos.

– Los banquicos en el parque lineal con el perro que nos robaba el balón.

– Cracks con nombre propio cómo Tobillos Ligeros, el Quinta, el Chupón, el Portero, De la Peña o el Killer sacaron su apodo de esas luchas de gladiadores.

El clásico de fin de año.

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