No recuerdo en cuál de los miles de periódicos gratuitos, que te dan a a entrada del Metro, hacen una encuesta curiosa que me llamó la atención. En ella preguntan tanto a famosillos cómo a gente de la calle unas preguntas chorras sobre Madrid. Por ejemplo una de ellas es ¿a qué huele Madrid?
Sí, sí, ya sé lo de la polución y todo eso, pero si cierro los ojos y pienso en un olor de Madrid sería el eterno olor a gofre «recién hecho» nada más bajar del metro en la estación de Sol. La verdad es que nunca he llegado a comerme uno pero ese olor me recuerda largos paseos y una de las zonas de la ciudad que más me gusta. Eso sí para Gofres los de la feria de Albacete, chorreando la nata y el chocolate hasta ponerte perdido.
Bueno pues de ahí pasamos al que sería el quid de la cuestión de hoy: ¿a qué sabe Madrid? Ya que Lili me está regañando porque ella escribió hace poco uno sobre el olor de las ciudades. Bueno pues centrémonos en la comida antes de que me acusen de plagio 😀 . A mí me sabe a comidas del mundo y es que en Madrid puedes encontrar todo tipo de lugares curiosos para comer. Entre mis favoritos los de comida india, bien sea por el centro o en Lavapies, dónde son más económicos y autóctonos, y además puedes terminar la jornada en alguna teteria cercana. Otro día puedes acabar comiendo en un barecito dominicano a ritmo de salsa, que ricos esos tostoncitos mami.
Entre los últimos descubrimientos, gracias a las recomendaciones de varios amigos, me vuelve loco el antro de chinos dónde comen los chinos. Está en la entrada del parking de plaza de España. El sitio es muy pequeñito, muy barato y ponen, supuestamente, comida cómo la que se come en China y nada de salsas agridulces y rollitos primaverales. No pueden faltar los japoneses, tailandeses y demás comida asiática que podemos encontrar por doquier con variedad de calidades y precios. No, piqueño David, no, no se trata de los chinos con los que regateas los tallarines de un eulo cuando volvemos de fiesta, ¡qué espectaculo! Yo a esas horas prefiero los bocatas de jamón.
De los restaurante mexicanos no voy a hablar, tras haber estado ya 4 veces en el país del chile, casi prefiero la comida que preparamos en casa. Por cierto, que no se me dá del todo mal el guacamole. Podéis ver la que nos preparamos el otro día con algunas de las cosas que aún nos quedan de las que pasamos de contrabando 😉 .
Y lo mejor de todo, creo que a pesar de llevar algo más de 2 años y medio viviendo en Madrid no conozco ni una pizca de lo que hay que conocer. ¿Dónde comemos hoy?
P.D.: Claro que luego me pasan cosas cómo que acabo comiendo unas papas arrugas al mojo picón en mi última visita a Sevilla, pero es que me encantan esas patatas que probé cuando estuve por las islas afortunadas.