Hoy me ha vuelto a suceder. La luz entra a raudales por la ventana y eso que son las 7 de la mañana, ya desde las 5 había amanecido en esa isla del todo al revés, y voy hasta el baño a lavarme la cara y vestirme. Este gesto mundano y diario conlleva una ferrea disciplina y un lema «no trabajaras en pijama«, cosa que puede parecer una tontería pero ayuda a situarte en la realidad por mucho que cada vez que intento convencerme mis contactos en redes sociales clamen por defender que es lo mejor del mundo.
Bajo las escaleras hasta la planta de abajo mientras todo está en silencio y arriba siguen durmiendo. El ritual de abrir la «oficina» se ha convertido en abrir las cortinas que dan a la calle, encender el interné que ahora me ha dado por apagar por la noche y el portátil.
Debí haber captado el primer sintoma, que para ser Lunes había muy pocos correos en mi bandeja de entrada pero decido tomarlo por algo normal ya que lo revisé anoche antes de irme a dormir, deformación profesional. Comienzo a revisar la lista de tareas para esta semana y a organizarme. A continuación enciendo mis dos inseparables compañeros de trabajo desde que estoy en la isla: el chat y el skype. Otra nueva pista ignorada, apenas si hay gente del curro en el chat, pero aún así mi mente dice que debe ser por vacaciones o que aún no han llegado a la oficina. La idea de ir hasta la oficina me hace recordar los días de Agosto por la calle ferrocarril de Getafe, ida y vuelta a la oficina bajo un sol de justicia y ni una sombra dónde esconderse. Calor, que envidia, semanas leyendo en facebook a la gente quejarse del calor y yo creo que este año no «pisaré» una piscina. Aunque, hoy parece que el sol también se ha aparecido por aquí y puedo estar en manga corta, ¡milagro!. Este tema, a diario, genera comentarios de mis compañeros cuando me conecto por videoconferencia con ellos, ¿pero que haces con un jersey puesto en pleno Agosto? Ea, hijos mios, aquí esto es así. Para chincharles tengo puesto un cartel que pone Home justo detrás mio perfectamente visible por la cámara web, muahahaha.
Mi mirada a través de la ventana abandona al cielo claro de hoy y termina posada en la lavanda de la entrada de la casa. Decenas de abejas y abejorros también han empezado ya la jornada, incansables, inagotables, bien cansinos, siempre están ahí de flor en flor. No os creais que es un trabajo carente de riesgos, ya que por la zona acecha una araña bien «gordaca» que está haciendo el Agosto a costa de los abejorros cazandolos en su tela mientras se encuentra in itinere de una lavanda a otra. No sé si el seguro de Abajorros S.A. cubre este tipo de accidentes pero por lo observado son cada vez más comunes.
De nuevo de regreso a las 20 pulgadas que se han convertido en mi otra ventana, esta vez digital, por la que me relaciono con mis compañeros de curro. Pena que por aquí no se puede compartir el café con porras de las mañanas y los chascarrillos, de byte en byte, parecen un tanto descafeinados. El primer mes intenté pasarme a la costumbre inglesa del té, pero después de probar unos cuantos tipos de té me he dado cuenta que no hay quien le gane al cafecito de por la mañana para despertar. Mmmm, café, creo que debería meterme algo en el cuerpo para intentar arrancar. Pero primero voy a mirar si tengo alguna cita hoy en el calendario corporativo… Noooooooooooo, otra vez, ¿cómo ha podido volverme a suceder? El calendario dice: Asunción de la virgen ¿por qué nadie me ha avisado que hoy es fiesta? Cachis en la mar, mira que ando perdido en eso de las fiestas últimamente, quizá efectos de seguir haciendo el calendario de Getafe a pesar de estar en otro país.
Me encuentro fuertemente tentado de volverme a la cama, pero decido ponerme al día con los comentarios del Barca-Madrid de ayer y luego voy y me pongo a escribir todo esto. No prometo no irme a la cama después, que conste.
Va a ser verdad lo que dice mi mujer que desde que curro desde casa curro más. Lo de la separación es bien difícil, si vengo a ver algo de mis cosas al ordenador termino abriendo el correo del trabajo y encontrandome con algo urgente que demanda mi atención. Además desde que comenzamos las operaciones en Panama y ya tenemos un compañero de IT allí me toca muchas veces adaptarme a su horario, justo el opuesto al nuestro al menos durante la jornada de Verano, para poder coordinarnos.
En fin, el Viernes ya estuve por primera vez en la oficina que hemos alquilado en West Cambridge, justo al ladito del Willian Gates Building para que los tenga bien vigilados. Está completamente vacía y en una semana comenzarán los trabajos de reforma lo que quiere decir que en no mucho más de un mes podría estar trabajando allí. Estoy seguro que voy a echar de menos el caer rodando por las escaleras y en 5 minutos estar ya en el puesto de trabajo, más cuando empiece el frio (Winter is coming) pero durante el rato que estuve trabajando en la cafetería que hay frente a la oficina me dí cuenta que extraño el ambiente y el bullicio de la gente trabajando al rededor. ¡Qué demonios! Y a todos los pesados de mis compis que por mucha lata que dieran me daban mucha vidilla y que os hecho mucho de menos. Snif, snif. Seguiremos reportando.
Muy chulo Javier 🙂
Recuerdo que hace poco hablábamos en twitter de crear la NPWA (Non Pijama Working Association)
Yo también escribí hace poco sobre cómo me estoy adaptando al teletrabajo. No sé si lo viste, pero igual te interesa: http://blog.romera.org/2011/07/10/teletrabajo-pros-contras-y-algunos-consejos/
Saludos y cuídate!
Madre mía, Teo, tú has hecho toda una Tesis sobre el asunto, voy a ver si saco algunos tips útiles para el tiempo que me queda. 😀
Ya tardabas en escribir sobre este tema… recuerdas que te avisé? A mi me avisa mi madre o la novia de «cuando NO tengo que trabajar». Parecía un chiste pero no lo es. Si que se echa de menos el «codo con codo»… de aquella mesa compartida de 0,8×1,5 y ese enlightment que riete tu de los efectos de escritorio 3D. Todo un departamento en a penas tan pocos metros cuadrados… y era un ISP!!!
Veras que dentro de poco, otra de tus tareas será, hacer algo para que no se olviden de ti en la ofi.. y lo que es peor… que no se te olvide a ti donde esta la ofi… El otro dia fui yo y me enteré de que habían cambiado la llave de la puerta principal… a que no sabes como?
Un saludo,
Julio