Esta entrada la tengo pendiente desde hace bastante tiempo y resume un poco las experiencias que hemos tenido en el uso de Scrum y metodologías ágiles dentro del departamento de IT. Cómo hay muchísimo ya escrito sobre cómo aplicar Scrum y sus efectos beneficiosos voy a enfocarme en una lista de comentarios sobre cómo he visto nuestra aplicación de la metodología.
– Cómo nuestro trabajo tiene un componente alto de resolución de incidencias y solicitudes que deben ser atendidas en un periodo muy corto de tiempo no pudiendo esperar a ser incluidas en el siguiente sprint al finalizar las dos semanas de este optamos por dedicar un porcentaje de nuestro esfuerzo diario al sprint en curso y el resto del porcentaje a las tareas del día a día, resultando ser bastante efectivo y sólo en algunos casos comiendose el tiempo de uno el otro.
– Inicialmente para que el salto de concepto no fuera demasiado grande no empezamos usando historias de usuario sino algo más parecido a una división por tareas y las valoraciones de dificultad estaban más enfocadas sobre el tiempo que le llevaría a cualquiera de nosotros llevar a cabo la misma que en la dificultad intrinseca de la misma. – Para evitar eternas discusiones de si eso era la forma «verdadera» de hacer Scrum les decíamos que nosotros hacíamos Scrutch no Scrum.
– La reunión de planificación del Sprint resulta mucho más útil que el modelo tradicional en la que alguien se encarga del diseño y el calculo de esfuerzos y luego todo el equipo debe responder por ello. Así todo el equipo recibe una visión temprana del volumen de trabajo y las dificultades y crea también una especie de compromiso con lo pronosticado, mucho mayor que si alguien te impone una cifra. Además el Planning Poker es divertido y también saca un poco la personalidad de cada uno a la hora de estimar tareas, ejercicio muy recomendable junto con las reuniones de retrospectiva.
– La pizarra con los postit y el burndown chart son una medida muy útil para que todo el mundo pueda ver de un vistazo dónde estamos y lo que queda por hacer para llegar al final del sprint a tiempo, además resultó un atractivo para el resto de equipos que no veían muy claro que hacíamos con los postit.
– Otro punto muy positivo fue el de la defnición de terminado para una tarea. Para nosotros en este caso no sólo siginificaba que estuviera hecho sino que estuviera provado, documentado y su correspondiente ticket actualizado, sin los cuales la tarea no se podía parasar a finalizada y así comenzar otra, con lo que todo el mundo tenía muy claro lo que había que hacer.
– Uno de nuestros fallos fue no conseguir una mayor implicación por parte de los distintos product owners, en muchos casos actuando la misma persona, vamos yo, actuaba cómo product owner, scrum master y miembro del equipo, lo que quitaba un poco el factor integrador que nos da el uso de Scrum. Otro fallo en algunos proyectos que implicaban otras areas fue no incluirlos en nuestro Sprint y simplemente esperar que para cuando nosotros estuvieramos en el punto de necesitar sus productos estos estarían listos.
– El product backlog es una herramienta que sigo utilizando para todo tipo de actividades para que nada quede en el olvido, se clasifique y se prepare su entrada a la ejecución.
– La valoración de la satisfacción creo que fue bastante grande y sobretodo una gran mejora frente a no utilizar ninguna metodología, quizá poco a poco se podría ir incorporando más conceptos puros de Scrum y mantener aquellas modificaciones que nos han sido de utilidad.
– Actualmente sólo lo usamos en momentos puntuales cuando aparece un trabajo que nos va a costar más de dos semanas y que debe ser llevado por varios miembros del equipo
– Constantemente pienso que Kanban podría ser una alternativa más global que nos permitiría también meter la gestión de incidencias y tengo pendiente que hagamos algún piloto para ver que tal nos funciona.