Ya que en la autoescuela me han dado un plazo de más de un mes para asignarme coche y empezar las prácticas este fin de semana encontré un alma caritativa (ayy, incautaaa :D) que me prestó su coche para hacer mis primeros pinitos en el mundo del automovilismo.
Bajo las instrucciones del señor Harkecillo y los chillidos de Ricardito y Chary detrás comencé mi entrenamiento en una callecita apartada de mi querido Albacete. Ehhh, que solo lo calé dos veces y porque me obligaron a hacer unas reducciones un poco extrañas, claro que en mi contra hay que decir que la Ranita (así se llama el sufrido cochecito) es muy dificil de calar y va casi sola.
Aiinssss, ya tengooo ganas de empezar a conducir, ¡que tiemble el mundo! ¡llega la furia al volante!