Mayday, ADSL cayendo en barrena

Ya era bastante raro que la ADSL no nos hubiera dado problema antes, todo un record en la historia ya que son más de 2 años con Ya.com… pero llegó el día. Tras las fuertes lluvias de los últimos días, ha sucedido… el router ha perdido la sincronía con la central y tras varios días de pelear con el servicio técnico todavía no saben que le sucede. Cómo siempre la atención telefónica penosa, la mayoría no saben ni de que están hablando y siguen cómo pueden el famoso guiaburros. Aún encima me hacen perder dinero, no sólo porque me abren tarde la incidencia y no me devuelven esos días de ADSL sino porque me hacen llamar al puñetero 902 de pago.

Y cómo siempre los problemas cuando peor podrían venir pues justo habíamos colgado las fotiños de la boda en un gallery privado para que lo vieran la familia y amigos y todo el mundo escribiendonos diciendo que el link no funciona. Al tenerlo todo colgado en un servidor en casa que cuelga de la ADSL es lo que tiene. Pero bueno, lo importante es tener amigos que te puedan echar un cable, y ya tengo la página web arriba y espero que el gallery en unas horas, cuando termine de subir las fotos por el famoso WIFI-del-vecino. ¡Gracias Julito por el hospedaje! Cuidado que cómo me guste mucho me quedo aquí parasitando. ¡Gracias vecino por estar siempre ahí cuando uno se queda sin internet!

Y ya van 3…

Este post lo empecé hace un par de semanas y lo tuve que dejar a medias. Normalmente la mayoría de posts que he dejado a medias no los he llegado a terminar nunca, así que voy a intentar romper esta tradición. Ahí vamos…

Pues eso que, desde el 21 de Marzo, ya son 3 los añitos que hace que me vine a vivir a Madrid, bueno al ladito en Getafe, y por tanto también 3 trabajando en Andago. En lo personal sobretodo me quedo con el poder haber vivido por fin un año junto a Liliana, tanto cuando toca descubrir nuevos rinconcitos de Madrid o del Mundo (me sonaba mal la primera en mayúscula y la segunda en minúscula) o como cuando vagueamos en casa y vemos una peli.

Y parece que no ha pasado nada desde que llegué o tal vez que ya ha pasado todo lo que tiene que pasar. Aunque creo que más bien me voy a quedar con la segunda parte. Algunos apuntes de este año tal cómo me vienen a la cabeza:

Por una cosa o por otra este año no hemos podido viajar demasiado, primero no había pasta y luego por temas de trabajo la cosa ha estado difícil. Aún así me quedo con la visita a México, ufff que miedo pasamos a la vuelta por si no dejaban volver a Lili, pero que lo pasamos genial con su familia y amigos. También con el de Barcelona cuando estaba por aquí Conchita, la hermana de Lili, y su novio y que lo pasamos genial en casa de la mañica y el gabachín que nos dieron cobijo en la ciudad condal.

Barcelona

También estuvo divertido el viaje a Sevilla, para celebrar el primer año de Lili en España.

Sevilla

En cuanto a los amigos siento que poco a poco vamos haciendo nuevas amistades en Madrid y asentándonos poco a poco. La pena es que Marisa y David se fueron a vivir a Francia, y los echamos mucho de menos. Y creo que lo mismo nos va a pasar si Tatiano y Lucciane terminan volviendo a Brasil, porque lo pasamos genial con ellos, pero cómo solemos decir ya tendremos más gente que visitar por el mundo. A los amigos de siempre, los del pueblecico aunque siempre me quieren matar cuando llamo así a Albacete, que les voy a decir, pues que son irreemplazables y aunque este año hemos ido poco por allí, no me olvido de ellos. He descubierto la facilidad con la que puedo reírme a carcajadas cuando pasamos un rato juntos y cómo extraño todas las tonterías tontas que hacíamos juntos.

Albacete

En la parte laboral también estoy bastante satisfecho. Mi evolución en Andago a Jefe de Proyecto me llevó a variar en gran medida mi rutina de trabajo diaria y he tenido la suerte de dirigir varios proyectos diferentes, algunos estamos a punto de finalizar. Creo que he aprendido mucho y que aún tengo mucho que mejorar, pero creo realmente que no lo estoy haciendo mal. La verdad es que ahora tengo mucho más trabajo y a veces me toca trabajar fuera de horarios, pero en muchas ocasiones esto se suple con la ilusión de estar haciendo algo que te gusta.

Bueno y ahora lo que se me viene encima. El año que viene cumpliré los 30, en nada estaré casado y según dice la gente todo cambiará… y yo digo, que a mejor. 😀

Reyes… con derrumbe incluido.

Ayer vinieron los reyes, fieles a su cita anual con todos los que aún tenemos alma de niño. Este año no pudimos ir a pasar estas fechas con mi familia en Valencia, así que por primera vez en mucho tiempo los reyes vinieron a visitarnos en mi propia casa. Cómo ya es tradición no se puede dejar nada al descuido: agua para los camellos, aunque Lili se empeñe en que también hay un elefante y un caballo, agua y algo de comida para los reyes y por supuesto las botas o zapatos para los regalos.

Reyes 2008

Debo de haberme portado bien, porque me han traido todo lo que pedí: un par de pingüinos para mi colección y unos cactus para decorar el escritorio de casa y del trabajo. Por supuesto no podía faltar un jersey y una bufanda, a los que estoy abonado anualmente. Por cierto, dándole vueltas a lo del carbón para los niños malos, pensamos que no está mal y que lo cruel sería que dejaran una caca de camello, o ¿estos cómo son mágicos no van al baño? Reflexiones escatológicas al margen, este año me he comido el roscón antes que nunca. Primero el Viernes en el trabajo para despedir la semana y luego el sábado, regresando de Madrid a las tantas, no pude resistirme a pegarle unos bocaos al roscón del día siguiente en la para del autobús.

Pero una vez desempaquetados los regalos y con cara de sueño y felicidad, cuando nos disponíamos a hacer el chocolatillo para degustar el resto de la rosca, nos llevamos el susto del año. Junto a la cocina, hay un cuartito dónde guardamos algunas cosas y que dá al patio de luces. Pues al poco de pasar yo por allí se derrumbó el falso techo con un gran estruendo. Menudo susto porque lo vimos caer en directo y no sabíamos que pasaba. Al parecer es tema de humedad y ya hemos hablado con nuestro casero para que lo arreglen.

Techo derrumbado  Suelo derrumbado

Como dice el chiste:

¿Qué prefieres tuto o muete?
Tuto.
Uuuuuhhhhh.
¡Qué tuto!
Pues haber elegido muete.

Pero va a ser que no. 😀

Feliz año 2008

¡Feliz año a todoosss! Y la cuenta binaria llegó a cero y se hizo el nuevo año.

Cuenta binaria

Jejeje, la verdad es que tuvo que estar curioso ese fin de año friki a los pies del árbol de navidad de pacman. Pero bueno nosotros aprovechamos el previo a la nochevieja para ir a Albacete a hacer una cenorra con los colegas. Mae mía, el queso frito se me salía por las orejas ya. 😀 Me reí muchísimo jugando a la Play con el Eye Toy, la camarita esa, con la que puedes hacer pruebas de hasta 4 personas. Luego volvimos a Madrid a pasar la nochevieja en la sierra con unos amigos ya en plan un poco más tranquilo al costadito de la chimenea.

Os dejo con una fotiño de las luces de Navidad diseñadas por mi tio Roberto Turégano para adornar la calle Alcalá de Madrid en estas distinguidas fechas. Aún estáis a tiempo de acercaros a verlas y es que Madrid en Navidad está preciosa.

Luces Navidad de Roberto Turégano

Volver, volver, volver

Bueno pues parece que por fin arranca el «año». Parece que cuando dejas de ir a la Universidad/Instituto/Colegio los años ya no se dividen de forma tan clara si no es por las vacaciones de verano, pero realmente hay algunas cosas que empiezan con el «curso escolar». Para mí este año marca el regreso a la escuela oficial y también al gimnasio. 😉

Bart Truth

Ya he comenzado las clases de la escuela oficial de nuevo, aunque este año prometo esforzarme un poco más y pasar de curso. La verdad es que el año pasado me lo tomé con calma ya que desde el principio llevaba la idea de reencontrarme con el inglés después de mucho tiempo de no cursarlo de forma oficial. Pensaba que no me iba a importar volver a cursar este año el mismo nivel de nuevo, pero ahora que veo que el libro es el mismo y que me va a resultar un poco repetitivo siento no habérmelo currado más. De todos modos aunque a veces me cuesta movilizarme para ir a clase luego se termina agradeciendo.

Homer Running

Lo mismo pasa con el gimnasio, cómo cuesta separarse del sofá cuando llegas de trabajar para pillar la bolsa y meterte en el gimnasio. Pero una vez que estás allí lo agradeces y bastante. La verdad es que en verano prefiero aprovechar el solecito de la calle e ir a correr al parque o a nadar a la piscina. Pero ahora que ya nos viene el frio y la lluvia encima se agradece poder hacer algo a cubierto. Así que me he animado y he decidido apuntarme por todo el año, que sale más barato y espero que me obligue a ir un poquito más. Otra cosa a la que le estoy cogiendo el gustillo es al tenis, a la espera de que mi rodilla esté otra vez lista para jugar al deporte rey, emularé un poquito a Nadal aunque sea con el pelo corto. 😀

Leyendas de un garrulo en la capital (Ep I)

Una de las sensaciones que tengo grabadas con más fuerza de estos últimos años es mi llegada a Getafe en busca de piso. El Alaris me dejó en Atocha que ya no era una estación desconocida para mí tras el mesecito del curso de verano que pasé en el para mí mítico colegio mayor Loyola y en la Universidad Complutense de Madrid. De ahí sólo me faltaba localizar la línea 4 que iba a Parla y bajarme en un lugar llamado las Margaritas/Universidad junto a la Carlos III, encontrar un piso compartido dónde poder quedarme y localizar las oficinas de Andago.

Cercanias

Ahí estaba yo con mi mochila al hombro en busca de un lugar para vivir, una lista interminable de números de teléfono de Getafe que encontré en internet y la recarga del móvil al 200%. Sentado en una plazita frente a la que luego sería mi primera morada, marcaba sin cesar los números:

– Hola, estaba buscando una habitación para alquilar.

– Lo siento ya está alquilado.
– Ufffff, ese anuncio es de hace 3 años.
– Reparaciones Huerta digame.
– Alquilado.
– No en realidad es el piso completo y cuesta unos 800 al mes.
– Ocupado, gracias.
– Sí, mi amol, habitaciones libres no quedan, pero te puedo compartir mi cama con gusto.
– No lo siento, sólo admitimos mujeres.

Nada de nada, después de varias horas llamando y de visitar un par de pisos inmundos, y nada. En la cafetería de la Universidad y en las paradas de autobuses volví a recargar con nuevos números y seguí con mi misión imposible.

Finalmente y medio por casualidad acabé volviendo al punto de origen, dónde se alquilaba una habitación en un adosado bastante grande. Ahí conocí a «EL CASERO», don Tomás, que tenía alquiladas 8 habitaciones de su casa pero que él vivía allí y se encargaba de las tareas de mantenimiento y sobretodo de control.

13 rue percebe

La verdad es que yo esperaba que hubiera más gente joven, pero el único que estaba cerca de mi edad me sacaba 3 añitos. En el sótano, por supuesto habían reformado el garage y tal para poner más habitaciones, vivian un jubilado muy salao que pasaba el día paseando por los alrededores y un tipo al que nunca ví porque llegaba de madrugaba y salía a medio día a trabajar. En mi planta en el primer piso estaba el hombre de la radio, un hombre mayor que iba a todas partes con sus sevillanas puestas, un tipo de pelo cano que nunca te saludaba y siempre se quejaba al casero y justo a mi lado Pablo. Pablo me maravillaba porque siempre estaba con una sonrisa en la cara, trabajaba en el Carrefour y siempre me decía que tenía que prepararme cosas más sanas para comer como él. Por último en la azotea vivian un músico cubano al que nunca ví tocar por desgracia y el siguiente a mí en edad, un extremeño con el que esperaba tener más amistad, pero nunca tenía tiempo o dinero para hacer nada.

Una de las cosas más increíbles era que la tarifa era variable:

200 € Habitación
210 € Habitación + Uso Microondas
225 € Habitación + Uso Completo Cocina

Luego allí estuve al menos 6 meses viviendo hasta que me cansé de soportar las arengas del Casero:

Golpeando la puerta del baño cómo loco: – Javier a ver si te vas a ahogar que ya llevas por lo menos 10 minutos en la ducha !!!
– Javier podrías hacer menos ruido al cerrar la puerta de tu cuarto o al menos salir menos veces.

Y ni si quiera podías traer amigos a casa, con lo que al final hubo que buscar otro lugar.

Pero eso ya es otra historia…