Bueno ya sé que la Navidad ya empezó hace tiempo, y no porque lo diga el Corte Inglés, pero por fin tengo un ratito para sentarme a escribir en un cyber. Ya veis son las ventajas de no haberse recuperado todavía del Jet-Lag famoso y despertarme como una hora y media antes que todos los demás.
Un rápido resumen de mi viaje que comenzó en Guadalajara que es una ciudad encantadora, llena de camionetas de rancheros, puestecitos de comida en la calle y gente encantadora (ups, como siga así me voy a ganar otra revisión a lo peñascosero de mi mensaje por el capi)… mmm, bueno pues la comida está muy buena pero tengo que cuidarme de no morir porque algunas cosas enchilan (así dicen por aquí) como demonios. Luego visité Zamora y su pinche albercota, digo su bonito lago, y aprendí la filosofía mexicana en pocas palabras: si no bebes tequila y no puedes con el chile, ¿de que vives wey?
Después me pegué un viaje de 7 horas en autobús hasta la Ciudad de México sin casi saber si mis amigos me podrían recibir allí, menos mal que al final sí fué así y no me encontré perdido. Eso es inmensooooo, pero grandissssmoooo se queda pequeño. Y nos pasamos la mitad del tiempo atrapados en el tráfico, y no veas como maneja (conduce) la gente por aquí, son como asesinos y coger el camión (autobus) es como subirse a la montaña rusa pero sin cinturón de seguridad. También fuimos a Pachuca, a visitar a una amiga que se va a casar prontito a impedir su boda, digo a desearle que todos los preparativos le vayan muy bien, jijiijiiji, y que será el día 30 y ya os contaré que tal se dió.
Luego volví a Guadalajara a pasar la Nochebuena, que por cierto hice una increible tortilla de patatas que Dios sabe cómo salió bien, aunque se empeñaron en ponerle toneladas de salsa de chile por encima y ya no sabía a nada 😉 Luego le arreamos palos a una piñata de donde no paraban de salir dulces (chucherias).
Y ahora mi tour continúa por el estado de Michoacán, ahora ya por pueblos más pequeñitos, como en el que me encuentro ahora, Patzcuaro que están bien padre (cojonudos).
Ahhh, y casi se me olvida el motivo de este mensaje:
¡FELIZ NAVIDAD A TODOS!