Señores y señoras, machos y cuates, les anunciamos que el vuelo de Guadalajara a Mexico DF tiene una hora de retraso. Glups, justo lo que yo tenía para coger (no en el sentido mexicano) mi vuelo de Mexico DF a Madrid, pero tratandose de alguien tan importante como yo seguro habían de esperarme… o eso pensé yo hasta que me dí cuenta que ya se habían ido sin mí.
Andele, bueno tampoco debe ser muy aburrido uno de los aeropuertos más grandes del mundo y total sólo eran 4 horas de esperas hasta el siguiente vuelo. No me quedaba ni un peso, así que decidí cambiar los 40 euros que me guardé para la vuelta, y allí con eso puedes hacer muchas cosas. Un rato de compras, mi última orden de Quesadillas y 4 kilometros de pateo de un extremo a otro. Es curioso observar como gente de todos los lugares del mundo pulula algo perdida entre las salas de espera. Mmmm, todavía queda una hora, una terminal mal configurada de Telmex casi me deja conectarme a internet gratis pero se quedaba colgada al final.
El vuelo de vuelta fué rápido pues me lo pasé casi todo durmiendo y charlando con una futura actriz de Televisa, proximamente en su telenovela favorita, y una ingeniera agricola que iban para Madrid a pasarlo bien padre. Esta vez no voy a escribir nada bonito sobre el vuelo pues ya se sabe el viaje de regreso siempre suele ser más triste que el de partida. A ver si pronto os puedo dejar alguna foto más de mi viaje por mexico y que conste que no es por dar envidia 😉 .
Ahora ya me voy a dormir que los reyes magos están a punto de venir y me van a pillar despierto. Felices sueños.