Bueno pues parece que por fin arranca el «año». Parece que cuando dejas de ir a la Universidad/Instituto/Colegio los años ya no se dividen de forma tan clara si no es por las vacaciones de verano, pero realmente hay algunas cosas que empiezan con el «curso escolar». Para mí este año marca el regreso a la escuela oficial y también al gimnasio. 😉
Ya he comenzado las clases de la escuela oficial de nuevo, aunque este año prometo esforzarme un poco más y pasar de curso. La verdad es que el año pasado me lo tomé con calma ya que desde el principio llevaba la idea de reencontrarme con el inglés después de mucho tiempo de no cursarlo de forma oficial. Pensaba que no me iba a importar volver a cursar este año el mismo nivel de nuevo, pero ahora que veo que el libro es el mismo y que me va a resultar un poco repetitivo siento no habérmelo currado más. De todos modos aunque a veces me cuesta movilizarme para ir a clase luego se termina agradeciendo.
Lo mismo pasa con el gimnasio, cómo cuesta separarse del sofá cuando llegas de trabajar para pillar la bolsa y meterte en el gimnasio. Pero una vez que estás allí lo agradeces y bastante. La verdad es que en verano prefiero aprovechar el solecito de la calle e ir a correr al parque o a nadar a la piscina. Pero ahora que ya nos viene el frio y la lluvia encima se agradece poder hacer algo a cubierto. Así que me he animado y he decidido apuntarme por todo el año, que sale más barato y espero que me obligue a ir un poquito más. Otra cosa a la que le estoy cogiendo el gustillo es al tenis, a la espera de que mi rodilla esté otra vez lista para jugar al deporte rey, emularé un poquito a Nadal aunque sea con el pelo corto. 😀