Es curioso cómo en una profesión cómo la mía, ingeniero informático, puedes terminar haciendo los trabajos más diversos que se te puedan ocurrir. Cómo ejemplo sencillo, cuando realicé mis primeras prácticas en empresas en Ideando ya hace unos añitos, mi primera labor fué la de montar las mesas dónde íbamos a trabajar. Al volver a casa me preguntaron: ¿qué tal tu primer día de trabajo? Cansado, muy cansado :D. Debía de tratarse de una prueba de esas tan ingeniosas que hacen en algunas entrevistas de trabajo, como por ejemplo se dice que en Ikea, leyenda urbana al canto, cuando realizan una entrevista de trabajo a los directivos e ingenieros la silla dónde se van a sentar viene empaquetada y sin montar.
Hace ya varios meses que me ascendieron a jefe de proyecto en Andago y cómo os he ido contando mi primer proyecto está siendo el despliegue de una red ciudadana inalambrica. La ingeniería y dirección de proyectos es todo un mundo y ya os iré contando cosillas pues es un tema que me apasiona, pero este post va por otro lado. En este proyecto muchas de las tareas a realizar tienen bastante más que ver con la ingeniería civil y la ingeniería de telecomunicaciones que con la informática.
Se mezclan actividades cómo la gestión de presupuesto, proveedores, material, permisos y equipos de trabajo con otras tan diversas cómo el estudio de la ubicación de los puntos sobre los mapas, el trabajo de campo en los lugares a implantar, las reuniones en el Ayuntamiento o la organización de una inauguración al público. Con todo ello se producen algunas situaciones cuanto menos curiosas:
* Lidiar con los colectivos más variados: con el club de radio aficionados para reutilizar su torre de comunicaciones, al cura para poner una antena en los aledaños de su parroquia o con un grupo de de la tercera edad que te mira sospechosamente mientras invades su templo del mus y el dominó para tirar cables por las paredes.
* Encontrar la oposición de un grupo de anarquistas que intentan boicotear la inauguración con el lema: NI WIFIS, NI ROTONDAS.
* Que un árbol bloquee por completo tu señal, al parecer cómo tienen gran cantidad de agua en el interior son grandes enemigos de las ondas, algo que yo por supuesto desconocía completamente.
* Todo tipo de ñapas del equipo de instaladores.
* Subir por todo tipo de escaleras y tejados para intentar encontrar el lugar idoneo para la instalación.
* Realizar un «análisis forense» o informe de defectos de la instalación con nuestra cámara al ristre y tomando fotos aquí y allá.
La verdad es que a pesar del trabajo duro, terminas aprendiendo de muchas cosas variadas con lo que termina mereciendo la pena. Al parecer ya he descubierto a qué me dedicaría si no me hubiera decidido por el mundo de los ordenadores, habría estudiado otra ingeniería 😀 . Aiinnnsss y eso que mi tía decía que yo iba para abogado, quizás se refería a abogado del diablo o de las causas perdidas 😉 .